Las opiniones de Antonio Mancera

NO ME HE OLVIDADO

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Categoría padre: Mis cosas
Categoría: Mis opiniones
Publicado el Domingo, 14 Febrero 2021 09:36
Escrito por Antonio Mancera
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No me he olvidado, te recuerdo hoy como cada mañana cuando la luz del día tímidamente entra por la ventana y me despierta, mi primer pensamiento es para ti, te pienso cada día y me duele tu ausencia. Hoy no es un día cualquiera, no es uno más, los recuerdos me bombardean y el dolor por tu ausencia es aún mayor.

Cuando salgo de casa para verte y estar contigo, la luz del sol que contrasta con una ligera brisa fría, me dan los buenos días, es la metáfora de mi día a día, luz y sombra, frío y calor, camino a tu encuentro y en mi cabeza resuena el recuerdo de tu voz. Cada día los recuerdos y tu ausencia van haciendo mella en el ánimo, en el cuerpo y en el alma, hoy mientras camino, un nudo en la garganta hace que me cueste respirar, y que una lágrima caiga por mi mejilla, no he dejado de llorar desde que te fuiste, cada día me acuerdo más de ti, cada día siento más tu ausencia.

Las calles, normalmente vacías cuando voy a tu encuentro, hoy las siento más solitarias, me cruzo con gente a la que apenas veo, hoy no existes más que tú, mis pensamientos sólo están contigo, sólo son para ti.  

Y al pensarte me doy cuenta que cada vez estoy más cansado, que tengo cada vez más cansada el alma, y duele, que el silencio cada día retumba más en nuestra casa, que las horas de soledad mientras espero volver a encontrarme contigo son eternas, que el  vacío que has dejado es infinito, y duele, y noto como poco a poco mi vida se va apagando sin tu luz.

Mientras camino solitario a tu encuentro, ensimismado en nuestros recuerdos, sumido en ese dolor que me persigue desde que no estás a mi lado, aprieto las manos y noto un pinchazo, las rosas que te llevo me hablan, con sus espinas me recuerdan las dificultades que ayer en ocasiones tuvimos que atravesar, la pena que hoy siento por tu ausencia, un pinchazo que es un recuerdo que me llega al corazón, cada día es más difícil estar sin ti, nunca me pude alejar de tu lado, nunca aprendí a vivir sin ti, tú eras la fuerza que me hacía ser feliz, eras mi estímulo para seguir adelante, sólo tú tenías el poder que podría aliviar hoy mi tristeza, sin ti deambulo por la vida.

Miro mis manos y veo las rosas que te llevo, rojas, como te gustaban, las acerco a mi cara y su fragancia me recuerda nuestras alegrías pasadas, me hace rememorar otros 14 de febrero pasados, me hacen evocar nuestro amor y lo hacen con ese lenguaje que tan solo comprende el corazón, que sólo comprendíamos tú y yo cuando te regalaba una rosa. Pienso, necesito creerlo así, que hoy en silencio, especialmente hoy, las rosas quieren que me quede tan solo con el recuerdo de lo que tuvimos, de lo que fuimos, las miro y con su color rojo me dicen que ese amor, nuestro amor es eterno. Son tus rosas, y hoy son el recuerdo de nuestras alegrías y nuestras tristezas, de nuestra vida juntos, son tus rosas, rojas, rojo pasión, son el recuerdo de nuestro amor.

Sí, hoy te llevo tu ramo, el que cada año recibías este día, este año no he querido que sea distinto, no me he olvidado, te sigo queriendo, te extraño, por eso no he querido, ni he podido olvidar este día.

Camino en silencio volviendo una y otra vez a nuestros recuerdos, y te veo, despertando este día, y sonrío recordando como esperaba nervioso, como cualquier adolescente enamorado, descubrir el brillo de tus ojos, tu sonrisa eterna al recibir tu ramo de rosas rojas, como el primer día, era nuestro juego en este día, era nuestro juego cada año.

Éramos conscientes que no nos hacía falta un día especial para decirnos “te quiero”, gracias a Dios teníamos todo el año para hacerlo, y lo hacíamos, pero cada año, como adolescentes que empiezan a salir y que tímidamente se dicen te quiero, como novios que en cada rincón necesitan mostrar su amor, como recién casados, disfrutábamos este día, y nos sorprendíamos, principalmente porque no nos olvidamos ningún año, era un día que hicimos especial, no porque lo necesitásemos, sino porque nos servía de excusa cuando las circunstancias lo permitieron para salir a comer, a cenar, a ver un espectáculo, para hacer una escapada romántica o simplemente para tomarnos un café, solos y juntos, siempre juntos, o para quedarnos en casa cuando no podíamos celebrarlo, pero sobre todo para decirnos cada año un “te quiero” y darnos un beso especial en nuestro día de los enamorados, no nos hacía falta porque contigo cada día era especial, pero cada año disfrutábamos especialmente de este momento, de este día, como adolescentes enamorados que empiezan a salir, como novios, como recién casados.

Este año, hoy, sumido desde que me dejaste en el frío de la soledad y de la distancia, con la voz ahogada por la nostalgia, con el corazón roto por la amargura y la tristeza, me he abrazado con todas mis fuerzas a tu recuerdo, a tu último te quiero, a nuestro último beso, a tu luz, a tus rosas, y en el roce de sus espinas, en su fragancia, en su color, he sentido el calor de nuestro amor y te he sentido un poco más cerca.

Y una vez junto a ti, me ha salido del alma "Nena, no me he olvidado, te extraño y te sigo queriendo con todas mis fuerzas”.

Al depositar tu ramo, los recuerdos me han golpeado con más fuerza y al alejarme te he sentido a mi lado, caminando lentamente, sonriendo, cogida a mi mano, apoyando tu cabeza en mi hombro, he notado el beso que me has regalado, y en silencio hemos vuelto a pasear, juntos, muy juntos, como hacíamos en nuestras escapadas.

Nena, no me he olvidado, no te puedo olvidar.