Las opiniones de Antonio Mancera
SIEMPRE FUISTE NUESTRA HEROÍNA
- Detalles
- Categoría padre: Mis cosas
- Categoría: Mis opiniones
- Publicado el Sábado, 05 Septiembre 2020 18:49
- Escrito por Antonio Mancera
Hace 39 años nos conocimos, y 35 años que nos casamos, toda una vida juntos, compartiendo tus virtudes y mis defectos.
Hoy hace 2 meses, precisamente a la hora que hago esta publicación, me dejaste de forma inesperada, intentando hacer lo que más te gustaba hacer, lo que siempre hacías, ayudar a los demás, siempre fuiste nuestra heroína y hace 60 días nos lo demostraste dando tu vida para salvar la de nuestra nieta.
Son ya 60 días de ausencia, 1440 horas sin ti, y no me acostumbro a no verte cada minuto, cada hora, cada día. Son 86.400 minutos de un camino de dolor, sin tu presencia, un dolor que no cesa, mi primer y único amor, mi compañera, mi amiga, mi confidente y mi apoyo.
No hay día que no te añore, que no te extrañe, que no te llame, que no te espere, que no te necesite o que no te llore.
Hoy me atrevo a escribirte, necesitaba hacerlo, antes cada vez que intentaba escribir este mensaje para ti, las lágrimas y el dolor por tu partida me impedían hacerlo, sé que aunque te escriba un millón de palabras no puedo hacer que vuelvas, tampoco un mar de lágrimas lo hará, porque te lloro cada día hasta no poder más, por eso hoy, a pesar de las lágrimas y del dolor que siento con cada palabra, cada pensamiento, cada sentimiento que intentó plasmar aquí, me he decidido a escribirte, no por tu partida, sino por lo que vivimos juntos, por todo lo que me diste en estos últimos 39 años juntos.
Y estas palabras, que son reflejo de mis sentimientos, no son una despedida, porque espero volver a encontrarme contigo, sino porque hiciste mi vida y mi mundo más perfecto, más feliz. Sólo contigo encontré la felicidad y a pesar de que la vida, en ocasiones, no nos lo puso fácil, supimos y conseguimos ser muy felices.
Tu cogiste tu tren, yo espero el mío para volver a estar junto a ti, no quiero que te pierdas en la distancia, ni en el tiempo, no quiero que tu recuerdo se diluya en la oscuridad de una noche aciaga de julio, ni en la niebla gris y fría de la estación en que me quedé solo cuando partiste, por eso te escribo estas palabras, porque te siento y te tengo en mi memoria cada día.
Dicen que nadie muere del todo si alguien te recuerda y tú estás en el pensamiento de mucha gente, de todos los que te conocimos y te queremos por como eras.
Si hubiese que definirte, no se podría hacer con una sola palabra, porque tú eras optimismo, alegría, compromiso, preocupación por los demás, solidaridad, ayuda, consejo, valentía..., a pesar de tus propios problemas, de tus dolores, jamás diste un no por respuesta cuando te pidieron ayuda, consejo o apoyo, tú eras esperanza para muchos de nosotros, jamás perdiste tu alegría ni tu entusiasmo, nadie podría dejar mejor legado, un legado que perdurará, por eso jamás morirás, permanecerás siempre en nuestros corazones.
Para mí, lo fuiste todo, mi compañera, mi amiga, mi consuelo y mi apoyo, mi pañuelo de lágrimas, la luz que alumbraba mi camino, mi esperanza, mi fuerza, mi amor, mi felicidad, tú eras todo mi mundo, eras toda mi vida. Son ya 5.184.000 segundos sin que tu luz ilumine mi camino y mi vida.
La mejor hija, la mejor hermana, la mejor esposa, la mejor madre, la mejor abuela y la mejor amiga, y lo demostrabas a diario, lo diste todo por los demás, hasta tu vida. Me dicen que Dios te necesitaba a su lado y por eso partiste, personalmente lo considero una injusticia, porque las buenas personas, los héroes y los ángeles, como tú, deben estar cerca, los necesitamos aquí en la Tierra, personas como tú son necesarias, tú lo dabas todo por los demás, tú te pasabas el día, te pasaste toda tu vida velando por los que quedamos aquí, sé que ahora estás velando desde el cielo por todos nosotros, pero te necesitábamos aquí, junto a nosotros, si me hubiesen dado a elegir hubiese cambiado, sin dudarlo, mi vida por la tuya, tú eras necesaria aquí, yo solamente seguía tu estela.
No es cierto que el tiempo lo cure todo, no cuando las heridas son tan profundas que dejan una cicatriz perpetúa, tan grande que no hay sutura suficiente para cerrarla.
Por tu simpatía, por tu educación, por tu elegancia, por tu conversación, por tu saber estar, por tu forma de ser, y por tu disposición, fuiste un ejemplo, siempre destacabas donde íbamos, elegante y guapa, educada y sociable, no sabes lo orgulloso que me sentía junto a ti, excelente embajadora de tu pueblo cada vez que te preguntaban de donde éramos. Hay quienes ostentan un título y no hacen nada por y para su pueblo si no les reporta beneficios, tú hiciste más que ellos por dar visibilidad a tu pueblo, y además lo hiciste con la humildad y la modestia que te caracterizaba.
Al vacío inmenso, al dolor por tu partida, se une la incertidumbre de mi futuro sin ti, deambulando sin tu luz, camino a oscuras por la vida, tú me dabas tranquilidad, seguridad, me dabas fuerzas para seguir en los malos momentos, por ti seguía adelante, ahora, aquellos proyectos, aquellos viajes, aquellos últimos sueños que habíamos planeado y preparado y que pensábamos vivir y disfrutar juntos, han desaparecido de golpe, y mi futuro sin ti se torna gris. Al dolor por tu pérdida se une el vacío y la soledad, que solo se apacigua con la presencia de nuestros hijos y nuestras nietas, tus dos niñas que te añoran, de parte de nuestra familia y de muy pocos amigos.
En cuanto a los amigos, a algunos ya les he dado las gracias personalmente por su apoyo durante estos dos últimos meses, un apoyo sin el que seguramente el vacío y la soledad que siento a diario sin ti habría sido aún mayor, al resto, a los que me hicieron promesas que sabían que no iban a cumplir y a los que lloraron como plañideras el día de tu fallecimiento, pero durante estos dos últimos meses no han tenido un solo pensamiento hacia ti, también desde aquí les doy las gracias, sin rencores, como tú nos enseñaste y como tu querías, a estos últimos en realidad no les esperaba y no les he echado de menos, he cambiado por ti, Nena, de ti he aprendido y me queda, entre otras muchas cosas buenas, precisamente el no sentir rencor, el perdonar, pero sobre todo olvidar, por eso aquí me encontraran si me necesitan, todos, unos y otros, todos ellos saben dónde y cómo encontrarme, si quieren hacerlo.
No más palabras, todas están ya dichas, las que debían ser dichas, las que desde hace 60 días, 1440 horas, 86.400 minutos y 5.184.000 segundos necesitaba decir, y aquellas que a ti no te gustaba que hubiese dicho, ya me conoces, en esto no he cambiado, rebelde hasta el final, como siempre.
Esto no es una despedida, no quiero despedirme de ti, quiero que estas palabras sirvan como un hasta luego, solo te pido que me esperes donde estés, porque hasta allí iré a buscarte para volver a estar juntos.
Himno Guardia Civil