Las opiniones de Antonio Mancera

MARCHAS DEL ODIO Y LA VIOLENCIA

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Categoría padre: Mis cosas
Categoría: Mis opiniones
Publicado el Lunes, 24 Marzo 2014 14:03
Escrito por Antonio Mancera
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"Marchas por la Dignidad" la han llamado, ¿pero ha sido una marcha de la dignidad?, creo que no, si entendemos lo de que verdad significa la dignidad, el estado del que se comporta con decoro y se hace respetar o la seriedad de las personas en la forma de comportarse, lo cierto es que más bien ha sido la marcha de la provocación, de la intransigencia, del fanatismo, de la mentira, del engaño, más bien de la indignidad, pero sobre todo de la "MARCHA de la VIOLENCIA y del ODIO".

Y es que venían predispuestos, no a reivindicar, a protestar, a rechazar y a denunciar medidas, a plantear alternativas de forma pacífica, en realidad venían predispuestos a atacar a la Policía, a matarlos, y aunque suene fuerte y vistos los resultados, la impresión que da es simplemente esa. Lo demuestra no solo los ataques violentos, también que desde la organización se haya difundido un comunicado ofreciendo un equipo de abogados para asistir a los detenidos en comisaría o en los juzgados, el denominado "Equipo Jurídico Marchas 22M".

El balance aterrador, cerca de 70 policías heridos, algunos de ellos hospitalizados en estado grave, y al menos dos de ellos en estado muy grave. Las escenas que se han vivido en algunos casos dantescas, en una de ellas un grupo de unos mil manifestantes atacando a una quincena de policías, con saña, con tanta violencia que lo raro es que no se haya producido ninguna muerte, a uno de los policías le han quitado el casco a patadas y le han dejado inconsciente, hay agentes a los que les han tenido que dar hasta treinta puntos de sutura en la cara, a otro una veintena de grapas en la cabeza, cascos y escudos destrozados, incluso y eso es lo que demuestra la intención de estos "pacíficos", hay chalecos con varias puñaladas, dadas por la espalda, uno de esos chalecos hasta con siete de esas puñaladas. Venían preparados, pertrechados, barras y bates de hierro, adoquines, piedras, petardos, botellas de gasolina, navajas, todo este arsenal intervenido, mas que para una manifestación pacífica, es para una empezar una verdadera batalla campal.

Nos dicen ahora que se trataba de una minoría violenta, y yo discrepo, violento es quien ejerce la violencia, pero también el que le jalea, el que le aplaude, el que le defiende, el que le arropa, violentos son todos los que permiten a una "minoría mayoritaria" practicar el vandalismo, los que permiten que se intente linchar y se linche a los policías, que se intente lapidar y se lapide a los agentes encargados de la protección, incluso que se proteja a quien ha pretendido asesinarlos a puñaladas y no hacen nada, violentos son los que por medio de la violencia piden y reclaman sus derechos e intentan derrocar a un Gobierno, que guste o no, fue elegido democráticamente en las urnas.

Olvidamos que los policías que intentan reprimir los actos violentos en una manifestación, no actúan cegados por el odio contra los que tienen enfrente, por el contrario lo hacen en defensa del resto de ciudadanos y de sus bienes, lo hacen para que se cumplan las normas de convivencia que nos hemos dado, para que se garantice la convivencia pacifica, para preservar nuestra libertad, para preservar nuestra democracia.

Mientras los policías, siguen hospitalizados, curándose de sus graves heridas, los organizadores en un verdadero alarde de hipocresía, denuncian que los policías han usado gases lacrimógenos, pero no denuncian los actos vandálicos, ni las agresiones y en su paranoia acusan al Gobierno y a la Policía de no respetar los derechos fundamentales garantizados por la Constitución y los convenios internacionales suscritos por España, no denuncian que ellos mismos, adalides del "no a la guerra", del "derechos para todos", de "democracia real ya", del "pacifismo y la anti-violencia", de la "solidaridad", violentos, llenos de odio hacia todos los que no piensan como ellos, verdaderos fascistas de la violencia y del odio, se dedicaban a insultar al SAMUR, cuando atendían a algún policía herido, incluso intentando agredir a los sanitarios, que los llamaban "cómplices", que les gritaban con todo el rencor que un corazón enfermo puede albergar, "no los atendáis, dejadlos que se mueran", todo un alarde de solidaridad, de humanidad, y de dignidad de los violentos y sus acompañantes.

Todavía estoy esperando la repulsa de las agresiones y de los actos vandálicos por parte de partidos políticos, de asociaciones, de sindicatos, de organizaciones, de dirigentes políticos, de uno y otro lado, de uno y otro signo, todavía estoy esperando que aquellos que se llenan la boca reclamando y denunciando las actuaciones de la Policía, denuncien las agresiones a estos, todavía estoy esperando que alguien, quien sea, denuncie los hechos, visite a los heridos, se ponga de su lado, que no es otro que el lado de la Ley, de la Constitución, de la Libertad, de la Democracia.

Si no ponemos remedio, si no se castiga con todo el peso de la Ley, estos actos, acabaremos lamentando una desgracia, y entonces será tarde, no es posible que los detenidos, se vayan de rositas, sin castigo, que por otro lado debería ser ejemplar y contundente, dada la violencia y la gravedad de los hechos, pero no solo a los detenidos, habría que denunciar y castigar igualmente y con el mismo rigor a los organizadores, porque se saben quienes son y donde están, alguno de estos organizadores incitaban desde el púlpito a derrocar incluso al Gobierno, porque no es de recibo que todos estos hechos queden impunes, porque tan culpables son quienes ejercen la violencia como aquellos que aprueban, ayudan y permiten que estos hechos se produzcan. Ya se sabe en España, hasta que no hay muertos, no se ponen soluciones.

No me vale, lo que algunos de estos "pacíficos manifestantes" argumentan ahora, al decir que no se pueden tapar con policías los problemas de la sociedad (del pueblo dicen ellos), que la presencia de la Policía es una provocación, y no me vale porque si no existiesen actos vandálicos, ni agresiones, si la manifestación transcurriese en tiempo y forma como se convocó, si se respetase a los demás, la Policía no tendría que actuar.

Solo espero que al final, como siempre sucede, la culpable no sea la Policía, no sean los policías de a pie, porque con los ejemplos pasados vividos, y con la defensa de las Instituciones hacia nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, puede que los policías sean denunciados por sus agresores, por los violentos y por los "pacíficos", por ejemplo porque alguno al intentar clavarle la navaja se ha hecho un corte o se le ha roto la navaja con el chaleco, o porque alguno al lanzar el cóctel se ha quemado, o porque alguno se le ha caído en el pie el adoquín con el que pensaba abrirle la cabeza al policía, o porque a alguno se le ha doblado la barra de hierro al darle en el casco al policía, ya han empezado denunciando que los policías han usado gases lacrimógenos, así que ya veremos y si no al tiempo.

Tan solo queda decirles a los compañeros de la UIP de la Policía Nacional, a los de UCE de la Policía Municipal de Madrid, que se vieron envueltos en esos actos violentos, que fueron heridos por los "pacíficos" manifestantes, y en general a todos los compañeros de los distintos cuerpos policiales de España, que siempre estaré junto a ellos, siempre les apoyaré por defender mi libertad, la sociedad en la que vivo, la democracia que nos dimos y que aunque a alguno de los "líderes" de la manifestación le moleste y quiera cambiar por las "democracias" de Venezuela o de Cuba, aún y no gracias a ellos, disfrutamos y disfrutan, porque siempre estaré al lado de la Ley, y en contra de la violencia, y que sepan que tienen al menos el apoyo de la inmensa mayoría de españoles de bien.

Antonio Mancera Cárdenas
Guardia Civil retirado y compañero.