Las opiniones de Antonio Mancera

Me dirijo a usted, porque hace unos días tuve conocimiento de un episodio por usted protagonizado en el propio Congreso de los Diputados, donde al parecer debe trabajar.

Ante la imposibilidad de poder enviarle la carta a su domicilio, el cual desconozco, ni de poder hacerle llegar esta carta a través de alguno de sus correligionarios, no conozco a ninguno y estará conmigo en que es tarea arduo difícil encontrarlo, ya que creo que son ustedes unos treinta mil, es decir en una población de cuarenta y ocho millones de españoles aproximadamente, encontrar un comunista es como buscar una aguja en un pajar, así que como le digo, publicaré la misma en mi muro, esperando que de esta forma algún día le llegue.

Nunca creí oyéndole hablar que fuese usted, señor Centella, rápido como su apellido pudiera dar a entender, más bien todo lo contrario, creo que su “chispa” es de baja intensidad, como maestro que dice ser sabrá que también esta definición va acorde a su apellido; siempre le había considerado bastante lento, pero ahora además me parece usted un impresentable, y un hipócrita, como lo son sus compañeros en IU, el camarada Cayo Lara, que se permite decir refiriéndose a Venezuela que “Salir a la calle contra un Gobierno elegido en democracia es un acto golpista y fascista” y que aquí apoya manifestaciones para intentar echar del poder al Gobierno de España, o como su otro camarada, Gaspar Llamazares, que en sede parlamentaria, un lugar donde todos los españoles hemos depositado nuestra confianza, para que ustedes, todos, intenten solucionar nuestros problemas, se permite hacer chistes, nada graciosos por otra parte, así por ejemplo para interrogar sobre el nuevo submarino S-80, decía «¿Acabará en el fondo del mar, matarile, rile, rile?» o «¿podría el Gobierno regalárselo al enemigo, para que así podamos ganarle la próxima guerra?», los chistes déjenlos para cuando se junten todos ustedes, comunistas, en la casa de alguno, con los que son seguro que nadie se quedará fuera.

Pero además de miserable y de hipócrita, es usted un desdichado, un canalla, un infeliz, ha demostrado ser además malvado y perverso, cuando al día siguiente del accidente de helicóptero, donde cuatro militares, donde cuatro de nuestros compañeros murieron, cuando sus familias aún no se habían repuesto de la noticia, cuando aún se estaban buscando sus cuerpos, usted señor Centella, en el gesto más inhumano que cualquier persona de bien o simplemente alguien como usted pudiera tener, interrogaba al Gobierno sobre “«los motivos del varamiento de un cachalote y su cría en la playa de La Laja al día siguiente del accidente de un helicóptero en el que perdieron la vida cuatro militares del Ejército del Aire». Ni siquiera le preocupaba la muerte de los cuatro militares, la muerte del capitán Daniel Pena, de la teniente Carmen Ortega, del teniente Sebastián Ruiz, o la del sargento mecánico Carlos Caramanzana, ni siquiera preguntó por los motivos del accidente, tan solo el por qué aparecieron varados un cachalote y su cría y "si fue consecuencia del accidente".

Tenga en cuenta, señor Centella, que si un día cualquiera, usted necesitase la ayuda de cualquier miembro de las Fuerzas Armadas, la ayuda de cualquier miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, a los que usted desprecia y con su pregunta ha querido ofender, conmigo personalmente lo ha conseguido, no dudarán en ofrecérsela, incluso jugándose la suya propia, para que si esto ocurriese, al día siguiente usted tenga algo que preguntar y pueda reírse de todos nosotros en el Congreso, yo me siento ofendido por gente como usted que aprovecha el fallecimiento de uno de nosotros en acto de servicio, o no, para burlarse de todos, incluso de los fallecidos, no me extraña por tanto verles manifestarse de la mano de los asesinos etarras, o no condenar los ataques e intento de asesinato de cerca de setenta policías en Madrid, nos odia, es su forma de ser, ya lo ha dicho usted en alguna ocasión, “Nuestro objetivo no es el poder, sino organizar la revolución", y para eso estorbamos, pues nada, ya sabe de manifestación en manifestación atacando a la policía o a la sierra a organizar “maquis”, así nos tendrá siempre enfrente.

Está usted trasnochado, viviendo en el pasado, una vez le preguntaron que le gustaría ser, si LEON o DINOSAURIO, su respuesta fue “que el león es arrogante y que el dinosaurio es lento, por lo que me vería más como un animal más tranquilo, como un camello atravesando el desierto” y en eso está, de momento junto a los “camellos”, y con sus preguntas fuera de tono andará como ellos “fumao”, aunque en realidad estaría más cerca de los dinosaurios, por ser esta una especie ya extinguida, como el comunismo en el mundo, ni siquiera entiendo el interés por los cachalotes, tienen más cerebro que usted, aunque dicen que los cachalotes tienen un cociente de encefalización menor que los grandes simios y mucho menor que los humanos, pues a pesar de ello tienen más cerebro que usted, porque con su actitud ruin hacia los militares fallecidos tras el accidente de helicóptero, no se puede decir que pertenezca a la familia de los grandes simios y por supuesto nunca a la raza humana, ya que ha demostrado no tener humanidad.

Espero que la RAE, pueda actualizar el diccionario y poner junto a la palabra Centella, además de su propia definición, su fotografía y esta otra definición que a usted le representa perfectamente: Desdichado, infeliz, de escasa cuantía o valor, malvado, perverso, canalla, inhumano, ruin y miserable. Persona que merece desprecio.

Atentamente y de verdad Jose Luis, sin acritud.

Antonio Mancera Cárdenas, guardia civil retirado, ser humano, compañero y ofendido.