Carta abierta de un guardia civil retirado al ministro de Interior: "Su código ético es innecesario, indecente e inmoral"
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- Publicado el Viernes, 11 Marzo 2022 20:33
- Escrito por Antonio Mancera
Señor ministro, ya teníamos un código ético de "conducta", nuestra "Cartilla", por lo que su nuevo código para los guardias civiles, quizás no tanto por lo que dice, sino por lo que sugiere, falta de ética de los guardias civiles, y por la sustitución de este por nuestra "Cartilla", es inmoral, indecente e innecesario.
Soy guardia civil retirado por un accidente en acto de servicio y soy hijo del Cuerpo, por lo que durante toda mi vida, personal y profesional, he estado imbuido y del espíritu ahumadiano, ese espíritu del que sólo pueden disfrutar quienes han seguido las enseñanzas que el propio Duque de Ahumada plasmó en la Cartilla del Guardia Civil en 1845, nuestra "Cartilla", nuestro código de Honor, nuestro código ético, que nos ha llevado a dar, en muchas ocasiones más de lo que se nos exigió. Un espíritu con el que usted pretende acabar.
No creo que sea necesario, pero me veo en la necesidad de explicarle, a cuenta de su nuevo “Código de Conducta para el guardia civil”, que la ética estudia lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, la virtud, el deber, el Honor…; y que la moral por su parte está formada por el conjunto de los valores, las costumbres, las creencias y las normas de una persona, de un grupo, de una comunidad o de toda una Institución.
El Honor, señor ministro, implica para el guardia civil esa cualidad moral vinculada al deber, a la virtud, al mérito, al sacrificio, al heroísmo; que trasciende para nosotros al ámbito profesional y en muchas ocasiones al ámbito familiar por el bien común, por el bien de la comunidad, de la sociedad.
Inmoral, señor ministro, es todo aquello que se aleja de las buenas costumbres o de las acciones que son consideradas como correctas; la sociedad espera que las personas respeten una especie de guía de convivencia y actuación que esté regida por la moral, por la ética, por las buenas costumbres, por los más altos ideales; moral, ética, buenas costumbres que el guardia civil ha seguido y mantenido con su propia guía de convivencia y de actuación, la "Cartilla del Guardia Civil".
Por eso, señor ministro, el creer, el hacer creer que la Guardia Civil necesita un código ético, que sólo la Guardia Civil necesita un código ético, es inmoral, lo es porque precisamente es la Guardia Civil, son los guardias civiles quienes desde 1844 están cumpliendo un código ético que va más allá de lo que la sociedad les exige, como es inmoral que se ponga en duda a los guardias civiles y a la Institución, poner en duda, hacer creer, que tan sólo la Guardia Civil necesita un código ético, el vendérselo a la sociedad a través de la prensa en grandes titulares es además de inmoral, obsceno y ruin.
Es además innecesario, porque no va a determinar ni a cambiar para nada el correcto comportamiento de los guardias civiles, o el correcto funcionamiento de la propia Institución, porque ya se regían por un código ético que muchas policías, muchas instituciones han llegado a copiar, por ejemplar, otra cosa es que lo necesario sea, precisamente poner en duda la propia existencia de la Guardia Civil, quizás sea eso, que el peaje a pagar a sus socios sea la desaparición de la propia Guardia Civil, comenzando por su propia guía ética, por su "Cartilla", ¿Es eso señor ministro?.
Es indecente por improcedente y deshonesto con los guardias civiles y con la Institución, no ya el código ético en sí, sino el hecho de haber pretendido poner en duda a través de él, la honestidad, la integridad, la moral, la dignidad, la honradez, la ética de los guardias civiles, yo personalmente he pensado, sé que muchos de mis compañeros también, que esta actuación, esta gestación solo ha podido provenir de un ser un impúdico, desvergonzado, obsceno y abyecto.
Antes de este Código ético los guardias civiles ya hacían gala de unas cualidades morales, que han sido desde la fundación de la Institución representativas de quienes forman parte de ella y signo de identidad de la propia Guardia Civil, plasmados en nuestra "Cartilla", lo que ha supuesto un auténtico orgullo, un verdadero honor para todos los que hemos formado o forman parte del Cuerpo, cualidades como las de disciplina, honor, espíritu de sacrificio, abnegación, integridad, profesionalidad, lealtad, compañerismo y espíritu benemérito ya las teníamos antes de su Código de conducta y han sido precisamente esas cualidades morales las que han hecho que lleguemos hasta nuestros días, por encima de instituciones que fueron quedándose en el camino por corruptas.
Nosotros, señor ministro no tenemos comisarios Villarejos o mayores Traperos, tenemos a guardias civiles íntegros, que no dudan en respetar las leyes y la Justicia en sus actuaciones, enfrentándose incluso al propio Gobierno para preservar el deber de reserva y secreto y que la justicia prevalezca, y usted señor Ministro es probablemente quien mejor lo sabe, y guardias civiles que no dudan en dejar sus cargos frente a las injusticias y arbitrariedades con sus subordinados, aunque provengan del propio Gobierno, siguiendo el ejemplo, unos, los primeros, del cabo que no permitió a Narváez, presidente del Gobierno y obedeciendo las órdenes recibidas, que pasase con su carruaje por un lugar no permitido y otros, al propio Duque de Ahumada, que cuando Narváez exigió que se castigase a ese cabo, por haber simplemente cumplido las órdenes recibidas, puso su cargo a disposición del presidente, entendiendo que era una medida injusta y arbitraria, ¿le suena señor ministro?.
¿Cómo debemos entender esto señor ministro? "Este código ético ha de entenderse en términos de la voluntariedad que emana de la vocación profesional de ser guardia civil, de forma que su finalidad ha de ser la de estimular conductas que, además, sean una referencia y ejemplo a seguir por el resto de miembros del Cuerpo... ", que aparece en el enunciado del real decreto. La única interpretación a la que podemos llegar es que el Honor, la que ha sido siempre la principal cualidad, una seña de identidad de los guardias civiles, ha pasado ahora a ser una opción voluntaria y no una cualidad moral obligatoria y representativa de la Guardia Civil, como ve, señor ministro, algo inmoral, indecente e innecesario.
La Guardia Civil tiene, por ponerle un ejemplo de lo que usted le pide a los guardias civiles, el respeto y la defensa de la Constitución más que acreditada, por encima de otros cuerpos policiales que al parecer no necesitan códigos éticos, ¿recuerda usted a los Mossos de Escuadra?, como acreditada tiene la lealtad institucional y el respeto competencial con el personal de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ¿puede usted decir lo mismo de esos otros cuerpos policiales?, ¿recuerda usted a policías civiles en misiones militares que corresponde asumir por competencias a Guardia Civil? o ¿a esa inspectora que quiso obligar a unos guardias civiles, que estaban actuando dentro de su marco competencial. a que le entregase el alijo que acaban de aprehender para colgarse ella la "medallita" de la incautación?
Le pide usted, señor ministro, a los guardias civiles respeto por la historia y tradiciones del Cuerpo y me pregunto, porque no le pide esto mismo a “los otros”, qué pensarán los policías nacionales decentes, cuando se les relaciona y cuando asumen que son herederos de la Policía General del Reino, abolida por corrupta en 1840, reescribiéndose la propia historia de la Policía Nacional, para presentarse a si mismos, como el cuerpo policial más antiguo de España. A mí personalmente ya nada me extraña, reescribir la historia se ha convertido en algo tan español y… tan catalán.
Y por último, señor ministro, ¿ha redactado usted esto, o lo ha leído al menos?, me refiero a los artículos 27 y 35, el primero de ellos habla de la reserva respecto del servicio y en su apartado 1 dice “La actuación de los hombres y mujeres de la Guardia Civil estará sujeta al cumplimiento de los deberes de reserva y secreto. Al deber de reserva, entendido como es el sigilo o discreción sobre todo lo que el personal pueda conocer con ocasión, o por razón, del desempeño de sus funciones, deberá sumar el deber de secreto sobre todos los asuntos, actos, documentos, informaciones, datos, objetos y materias cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda dañar o poner en riesgo el desarrollo de la labor policial, a cualquier ciudadano o, en última instancia, a la seguridad y defensa del Estado”, y el Artículo 35, que va sobre el Auxilio y colaboración con la Administración de Justicia, mantiene que ”Desde su condición de policía judicial, auxiliarán a jueces y fiscales en las investigaciones que les sean encomendadas y en todo cuanto sea necesario, respetando su independencia e imparcialidad”, nada más que decir, señor ministro, todo está dicho, tan sólo queda realizar el primer tiempo de saludo al coronel Pérez de los Cobos.
Permítame un consejo de un simple guardia civil retirado, si quiere un código ético, una verdadera guía de de convivencia, de una correcta actuación personal y profesional, de buenas costumbres, de cualidades morales vinculadas al deber, a la virtud, al mérito, al heroísmo, a la honestidad, a la integridad, a la dignidad, a la honradez, a la disciplina, al honor, al espíritu de sacrificio, a la abnegación, a la profesionalidad, a la lealtad, al compañerismo o al espíritu benemérito, léase con detalle nuestra Cartilla, y utilícela como ejemplo para quien la necesite, a nosotros ya nos tiene leales, preparados a seguir defendiendo la Constitución y las leyes, dispuestos a seguir manteniendo, como siempre, el deber de reserva y secreto, preparados para seguir auxiliando a la Justicia, con independencia e imparcialidad.
Hay un dicho popular que mantiene que "antes de cambiar el mundo deberíamos dar tres vueltas por nuestra casa".
Antonio Mancera Cárdenas
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