Al menos treinta agentes resultan heridos en el intento de mas de 2500 inmigrantes de asalto a la valla de Melilla
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- Categoría: Ultimas Noticias Actualidad Guardia Civil
- Publicado el Jueves, 03 Marzo 2022 07:56
- Escrito por Antonio Mancera
Más de 2.500 inmigrantes subsaharianos aprovecharon la reforma inacabada de la valla fronteriza, entre el Barrio Chino y Farhana, en la zona del arroyo de Villa Pilar, para protagonizar uno de los mayores asaltos de la historia –si no el mayor– al perímetro fronterizo. Tanto las fuerzas marroquíes al otro lado de la frontera como la Guardia Civil y la Policía Nacional, se fajaron a fondo durante más de una hora para intentar contener la marea humana; aún así, medio millar de ‘sin papeles’ (491, según los últimos datos) lograron entrar en la ciudad autónoma. Al menos treinta agentes resultaron heridos
El asalto, como otras veces, estaba perfectamente preparado y coordinado por los subsaharianos. Poco antes de las nueve y media de la mañana una enorme columna de inmigrantes comenzó a llegar a las inmediaciones de la valla procedente del monte Gurugú, en el que se cobijan miles de personas. Lo cierto es que ni a Marruecos ni a España les cogió de sorpresa porque desde días antes se disponía de informaciones según las cuales se iba a producir una acción como esta de forma inminente, aunque fuentes de Interior negaron haber recibido ningún tipo de alerta.
De nuevo, los miles de inmigrantes actuaron con gran violencia. En primer término fueron las fuerzas marroquíes las que más sufrieron las consecuencias, al recibir una lluvia de piedras y golpes que los subsaharianos les propinaban con los numerosos palos y estacas que portaban. No hay, por ahora’, información sobre el número de agentes marroquíes que resultaron heridos, pero lo que está claro es que pronto se vieron superados por la magnitud de la avalancha humana.
Una vez atravesado el primer escollo, el siguiente paso fue superar la valla marroquí, que esa sí, está coronada por concertina, reforzada además recientemente. De seis metros de altura, no fue obstáculo para que los ‘sin papeles’, provistos de garfios y con zapatillas con clavos incrustados, se encaramaran a la misma y con rapidez la traspasaran. Además, una vez que llegaban a la alambrada se distribuían a lo largo de la misma para complicar aún más la actuación policial.
Superada la valla marroquí, el resto era más sencillo. La razón es clara; el Gobierno retiró las concertinas de nuestro vallado dentro del plan para modernizar la frontera y como alternativa «no lesiva». Iban a ser sustituidas por peines invertidos, pero lo cierto es que aún no se habían acometido estos trabajos en esa zona del perímetro. Por supuesto, los inmigrantes los sabían y eligieron el punto más vulnerable del vallado.
Veinticuatro horas antes fuentes de la Delegación del Gobierno de Melilla informaban a ‘El Faro’ de que la ciudad autónoma había empezado la segunda fase de esa modernización centrada en la zona sur de la valla, desde Barrio Chino a Dique Sur. «Dar esa información es facilitar el trabajo a las mafias, es irresponsable. Les estamos dando el mensaje claro de que no hay peines y de que los vamos a poner», critica Guillermo Prada de la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) en Melilla.
Tras el asalto en masa a plena luz del día, con visibilidad total, la Guardia Civil, que contó con la ayuda de la Policía Nacional y la Local, se desplegó de inmediato en la zona para tratar de contener la avalancha. La actuación se prolongó más de una hora y una vez más no se utilizó material antidisturbios, de modo que la única forma de evitar las entradas eran en un cuerpo a cuerpo.
El trabajo de las Fuerzas de Seguridad, que fueron blanco de una gran violencia a pesar de lo cual no podían emplear esos medios antidisturbios, fue eficaz, pues consiguieron rechazar a unas 2.000 personas. Horas después, algunos permanecían encaramados a la valla, pero fueron bajados poco a poco por los agentes y devueltos a Marruecos.
En los altercados hubo heridos por ambas partes. Primero se informó de tres por parte de la Guardia Civil, que más tarde aumentaron a 25 más otros dos policías nacionales, aunque todos de carácter leve como consecuencia de los forcejeos. Además tuvieron que ser atendidos 20 inmigrantes en el Hospital . Ninguno presenta, salvo complicaciones, heridas graves.
Tras el asalto, los subsaharianos comenzaron a llegar en oleadas al CETI de Melilla, en estos días con una ocupación baja, por debajo del centenar de personas. Cientos de ellos se congregaron ante sus puertas, a la espera de ser atendidos y de que se les realizara un test Covid como primera medida, mientras los equipos de acogida trabajaban a pleno rendimiento.
«Reaccionaron tarde»
«Las relaciones con Marruecos en este momento no son buenas y eso se nota», explica Jesús Ruiz, representante del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla. Pese a la información oficial que asegura que los agentes marroquíes colaboraron con la Guardia Civil para evitar el salto, desde el SUP cuestionan hasta dónde alcanzó esa colaboración. «Tienen que haber visto llegar las columnas de gente desde el Gurugú a la fuerza. Si han actuado lo han hecho tarde», señalan.
Desde APROGC se muestran contundentes: «Melilla y Ceuta tienen un cartel de neón para la inmigración irregular. No se están aplicando las devoluciones ni se cumple el acuerdo de readmisión y no pasa nada. Hay una falta de aplicación sistemática de la Ley de Extranjería».
Himno Guardia Civil